Los servicios que ofrece una gestoría pueden variar dependiendo de si se trata de un despacho contable, fiscal, jurídico, legal o administrativo. También existen asesorías que ofrecen una gestión integral, pero lo más frecuente es que se dividan en distintos tipos, ofreciendo servicios diferenciados.
Son empresas privadas de servicios empresariales. Proporcionan servicios administrativos para facilitar los trámites y externalizar una gran cantidad de gestiones.
Una confusión más habitual de lo que debería es la de confundir la gestoría con la asesoría. Como hemos visto, el gestor se ocupa de manejar la empresa, le proporcionamos una información y él se ocupa de gestionar nuestra compañía de la mejor manera posible. En cambio, el asesor se limita a ofrecernos consejo cuando se lo pedimos, pero no a gestionar el día a día de nuestra empresa.
En la actualidad existen muchas profesiones similares, que sólo son pequeñas diferencias las que hacen que tenga una nomenclatura u otra. Un ejemplo de ello es la confusión que existe entre las gestorías y los asesores fiscales y laborales, dado que ambas realizan casi las mismas competencias.
Una asesoría fiscal y laboral es una empresa que ofrece servicios de asesoramiento jurídico tanto a empresas, autónomos y particulares. Están especializados en derecho financiero y tributario, contabilidad y derecho laboral. A diferencia del gestor administrativo, los trámites administrativos que realizan las asesorías fiscales y laborales son aquellos encargados únicamente ante Hacienda, Seguridad Social. Por tanto, están especializados en una serie de procesos administrativos que son los tributarios y laborales.
el gestor está más versado en la tramitación y otras cuestiones prácticas de su cliente (procedimiento administrativo); mientras que el asesor en el asesoramiento personalizado del cliente, ya sea empresa, autónomo o particular, para optimizar sus recursos económico-financieros.